Aw man, do I hate Sundays....

Ya sé que es típico pero agh, odio los domingos por la tarde! (y me encanta poder poner las cosas en negrita). Hoy, como casi todas las semanas, después de ponerme hasta arriba en casa de mi abuela he entrado en una de esas típicas crisis de "mierda, toda la tarde por delante y nada que hacer", así que he tirado de teléfono y he cometido dos errores:

error #1: llamar a Quien No Debía (que, como siempre, ha tenido consecuencias nefastas para mi estado de ánimo) y deprimirme como una tonta porque sí, sigue siendo igual de borde que hace dos días.

error #2: llamar al pobre perro verde para que recogiera los pedazos que habían quedado de mí tras el grave error #1, impidiéndole estudiar durante un buen rato.

Creo que voy a solicitar que me corten el teléfono, me quitaría de bastantes problemas. Al final he acabado viendo American Splendor ("siempre hay alguien más deprimido!") y saqueando el kilo de gominolas que me regaló tomillo para mi cumpleaños. Una tarde bastante guay y además productiva, porque he aprovechado para ponerme mis vaqueros nuevos e irlos cediendo un poco (increíble pero cierto, entre el día que me los compré y el día que les metieron el bajo he engordado tanto que no me caben). A última hora he quedado con elleanor, que mañana se vuelve a Madrid (snif) y para celebrarlo hemos comido un plato enorme de las mejores bravas del mundo. En resumen: llevo todo el día comiendo como un cerdo, y luego me extraño de que no me quepa la ropa!