desórdenes

Agh! Está decidido: soy todo un caos. Ayer empecé esto en plan "podría ser una manera tan buena como cualquier otra de perder el tiempo esta mañana" y por la tarde ya se me había pasado y estaba medio convencida de que lo iba a cerrar. Pensé "y para qué quieres tú un blog, hija mía, qué le vas a contar tú al mundo si lo más emocionante que te pasa en toda la semana es el nuevo capítulo de "Aquí no hay quien viva". Venga, ciérralo antes de que te enganches y sea demasiado tarde". Lógico, no? Bueno, pues por la noche vine toda decidida a cerrarlo y no pude. No pude! Ya me ha vuelto a pasar, igual que me pasa con todo: le he cogido cariño al cacharro este. Por eso mi casa esta lleno de cosas inútiles que por nada del mundo tiraría a la basura, y por eso estoy aquí escribiendo en vez de estar en mi cuarto dibujando tomates. No sé, me gusta la idea de poder poner aquí lo que me apetezca sin importarme que alguien lo vaya a mirar o no. Si mi escáner me lo permite algún día (hoy está de que no y no hay nada que hacer) podré colgar cosillas que me gustan, como dibujos de mis niños o chorradas varias que he ido recopilando a lo largo de los años en mi carpeta morada. y sin un día estoy quejica o tonta o emocionada con una canción pues tres cuartos de lo mismo. Me lo voy a quedar, qué leches! Y para empezar pongo una foto de Madonna con mis futuros zapatos (o no, Fermín?).